Dada la importancia de este tema queremos comentar el
enfoque que como adultos tenemos que tener a la hora de permitir a los niños
manejar navajas y machetes diferenciando muy claramente como afrontamos este
asunto en las distintas edades.
El scout no es un superviviente, durante sus
campamentos adapta el entorno natural a fin de transformarlo en un lugar cómodo
y habitable y para ello utiliza herramientas. Durante la época en que es lobato
estas herramientas se encuentran necesariamente bajo el control de sus Viejos
Lobos y el niño las utiliza bajo su supervisión y en función de la
cualificación que cada lobato tenga. El niño en ningún caso tiene herramientas
propias, sino que estas pertenecen a la manada. En esta edad es muy raro que un
niño posea una navaja y cuando esto ocurre suele ser un elemento sencillo y de
pequeñas dimensiones; a la hora de la verdad esta navaja es para el lobato
simplemente un signo de status al ser algo a lo que niños de estas edades
normalmente no tienen disponibilidad y que solo suelen tener aquellos que se
encuentran más avanzados en su progresión, pero que desde un enfoque práctico
no tienen necesidad de poseer no siendo bueno ni deseable que los niños
“juegen” con objetos que claramente suponen un riesgo para ellos y para sus compañeros.
En Tropa y Compañía es muy diferente, las herramientas
están bajo el control de la patrulla y pertenecen a esta. No es el jefe quien
las controla, sino los propios Scouts y Guías, que ya se considera tienen la
capacitación y responsabilidad suficiente para manejarlas. Así cada patrulla
tiene su equipo de herramientas, que puede contar con elementos como mazos,
sierras, palas, buriles, martillos. El uso de esas herramientas implica un
cierto grado de riesgo que se asume en aras de la responsabilidad que se otorga
a los muchachos y como elementos necesarios dentro de las técnicas de
construcción. Hay una herramienta que sin embargo no forma parte del equipo de
la patrulla sino que es individual que es la navaja siendo habitual que los
niños la lleven como parte de su equipo personal, y aquí es muy importante
entender que dicha navaja en nuestro entorno scout es eso, una herramienta que
nos sirve para acciones como cortar cuerdas, afilar estacas, y si tiene
complemento de sierra, cortar ramas finas. La navaja normalmente les es
proporcionada por los padres, y creemos que tenemos que hacer algunos
comentarios al respecto de la misma dado el riesgo implícito (y legal) que
conlleva.
Lo primero que tenemos que tener claro a la hora de
proporcionar al niño una navaja es el uso al que esta se va a destinar. Los
párrafos anteriores están enfocados principalmente a dejar claro que esta es
simplemente una herramienta y nada más, y por lo tanto sus características y
dimensiones deben adecuarse a este uso. En el aspecto legal, navajas con doble
filo, automáticas, o de hoja superior a 11 cm. entrarían a considerarse como
armas blancas y
su posesión es ilegal incluso para un adulto. Está asimismo prohibido por
la ley su traslado, exhibición y uso fuera del domicilio, del lugar de trabajo, o de las correspondientes
actividades deportivas.
Igualmente, los scouts no van a participar en
actividades de supervivencia extrema ni van a cazar animales salvajes, los
machetes de supervivencia o cuchillos de caza que en ocasiones nos hemos
encontrado con que algún niño ha llevado a las actividades son siempre
desaconsejables cuando no ilegales y por nuestra parte no se permitirá la
participación de ningún niño en una actividad en el momento en que tengamos
conocimiento de que está en posesión de un objeto no adecuado. Finalmente
indicar que la posesión de una navaja determinada por parte de un niño es un
tema a valorar en el que además se deberá tener en cuenta el grado de madurez y
progresión del mismo, y en ningún caso considerar el hecho de que ‘otros niños
las tengan’.
Ya entrando en el
tema de que navaja debemos proporcionar a los niños una vez que hemos decidido
hacerlo, como punto de partida no tendremos que tener en ningún caso en cuenta
‘lo que otros niños tienen’, que siempre será lo más grande y brillante del
mercado. Primero, debemos comprarla en un establecimiento que sepa que es lo
que vende, es decir, nosotros tal vez no tengamos conocimiento de que es lo más
adecuado al uso que vamos a darle pero el profesional que nos la proporciona sí
que tiene que tener ese conocimiento. Lo primero, debe ajustarse a las
características que la ley establece, lo segundo debe ser segura, por tanto
debe tener un seguro que garantice que no se producirá un cierre accidental de
la misma, y para terminar, debe ser una herramienta de calidad y ajustada al
uso que vamos a darle. Sin entrar en marcas específicas si aconsejaremos
herramientas de fabricantes de garantizado prestigio que suelen tener modelos
de gran calidad a precio asequible, y huir de los modelos de aspecto
pseudo-militar y muy bajo precio que suelen venderse para el gran público.