El viernes 1 de diciembre salimos de Madrid en autobús un total de 22 scouts acompañados por 3 jefes en dirección hacia Priego y concretamente hacia el antiguo convento y hoy albergue de San Miguel de las Victorias, tras un ameno viaje en el que cuando salíamos ya anochecía, nada más llegar a nuestro destino estaban para recibirnos el P. Francisco y Julio, quienes nos dieron una calurosa bienvenida y nos explicaron el funcionamiento de la casa.
Así pues una vez organizados y distribuidas las patrullas en las instalaciones nos pusimos a cenar pronto, para por la noche realizar un juego nocturno en el interior del albergue que a todos nos resultó muy divertido. Cada patrulla ayudada solo por el uso de una linterna debía ir recorriendo el interior del albergue y completando una serie de mensajes que se encontraban escritos por las distintas paredes del convento y en distintas plantas.
Al día siguiente sábado, nada más levantarnos, descubrimos el magnífico marco de naturaleza nos rodeaba y la belleza de todo aquel entorno, cubierto además por una fina capa de nieve que no nos impidió en absoluto salir a hacer un rato de deporte, uniformarnos para la izada de banderas, y desayunar rápidamente antes de emprender nuestra marcha hacía la Hoz de Priego, donde parte de los scouts se iniciarían en la actividad multiaventura programada: una vía ferrata, técnica de progresión en la montaña que se realiza protegido con un casco, con la ayuda de arneses y mosquetones y que consiste en avanzar anclado a un cable de acero, por un recorrido señalizado y graduado en escala de dificultad, para subir paredes verticales, avanzar por escaleras, tirolinas, puentes colgantes, pasos estrechos...
Así en una agradable marcha de descenso hacia nuestro destino, llegamos en 20 minutos al punto de inicio de la actividad, donde les explicamos a los scouts que era una vía ferrata, qué dificultades entrañaba, que normas obligatorias de seguridad debían seguirse y como la llevaríamos a cabo.
Dividimos nuestro grupo para realizar la actividad en dos turnos, el primer grupo con sus arneses, cascos y guantes inició la escalada acompañados por Iñaki y Germán y ascendiendo por la primera pared vertical de 35 metros mientras el resto de scouts continuamos nuestra marcha hacia el interior de la hoz siguiendo el cauce del río Escabas e íbamos observando la progresión en la pared vertical de los scouts y que desde lejos parecían simples puntos de color.
Una vez llegados al río, iniciamos el ascenso al Collado de los Ballesteros para poder contemplar mejor la serranía, descansar un poco y reemprender nuestra marcha de vuelta, de regreso dejamos al segundo grupo de scouts que realizaría la via ferrata y continuamos la marcha hacia nuestro campamento para llegar a tiempo y que cada patrulla pudiese empezar a preparar su comida.
En la tarde tras un merecido descanso con las patrullas dedicamos un breve tiempo a modo de introducción para iniciar a los chicos en el estudio de árboles y posteriormente les dejamos tiempo de patrulla para que preparasen su actuación de cara al festival de Navidad que tendrían en la siguiente reunión. Cuando nos quisimos dar cuenta ya había anochecido y salimos raudos y veloces hacia nuestro encuentro más importante aquel día: el de Jesús con cada uno de nosotros en la Eucaristía.
La iglesia del pueblo dista a unos 3 kms. desde donde estábamos y nos habíamos comprometido también el día anterior a colaborar en la liturgia dominical, así que era imperativo no llegar tarde; como María en aquel primer adviento fue a saludar a Isabel, nosotros íbamos a encontrarnos con su hijo y a saludar a María, y fue así como aconteció, gran parte de los chicos aprovecharon para acercarse al sacramento de la reconciliación y recibirle todos en la comunión y al final de la eucaristía, donde apenas tuvimos tiempo para saludar y dar de nuevo las gracias, cantamos a los pies de la Virgen nuestra “Señora de la Ruta” para encomendar nuestro viaje de regreso, ahora si cabe todavía con más frío al exterior pero con más calor en nuestras almas. Tras una reconstituyente sopa caliente dimos paso a nuestra pequeña velada y acabamos la jornada con una oración en la capilla todos juntos dando gracias por todo lo que el día nos había ofrecido.
El domingo nada más levantarnos y durante nuestra formación aprovechamos para felicitar a los miembros de la Tropa de San Francisco Javier cuya festividad celebrábamos leyendo un breve resumen de su historia y parte de las felicitaciones que nos había llegado a los jefes en el transcurso de aquellas horas. Tras el desayuno, empezamos a recoger y limpiar las instalaciones y dedicamos tiempo para que las patrulla pusiesen al día sus materiales de acampada y cocina, puesto que apenas lo habían revisado desde el campamento de verano. A media mañana tras el Ángelus continuamos con un juego de explo e identificación de las muestras recogidas.
Adelantamos la hora de la comida para estar listos antes de la llegada del autobús, que este estuvo retenido a la entrada del pueblo por el desarrollo de una actividad deportiva que había en todo el entorno del pueblo y la hoz de Priego. Pero conseguimos con solo media hora de retraso emprender nuestro viaje de regreso a Madrid, tras haber vivido, eso sí, una increíble aventura en dos días tan intensos y con un tiempo frío, pero que en todo momento nos acompañó sin lluvia y soleado, lo que nos permitió realizar todas las actividades previstas al exterior de la casa, ¡todo un regalo!
Gracias a todos los que hicisteis el esfuerzo por venir a vivir esta pequeña gran aventura y gracias por todos los que dedicaron su tiempo para que fuera posible. Que el Señor que no se deja ganar en generosidad recompense a cada uno cómo sólo Él sabe hacerlo, y que cada día nos regale almas que quieran vivir, formarse y servir en este ilusionante proyecto...
Si has pensado que tú puedes ser uno de ellos, no lo dudes ni un momento y vente en persona a conocernos.
¡Joven o adulto, ven a descubrir la alegría del servicio y de la entrega!.
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Pablo de Vicente.
Rover Scout.
Jefe Tropa San Juan Pablo II.
Rover Scout.
Jefe Tropa San Juan Pablo II.
